Ahorra en la factura
Una instalación fotovoltaica puede llegar a suponer un ahorro de entre el 30 y el 50 por ciento de la factura energética mensual. Para toda la vida.
Las cubiertas de las naves industriales son el lugar ideal para montar una instalación de autoconsumo fotovoltaico, por varios motivos: se trata de superficies sin uso, lo cual facilita el montaje de los módulos fotovoltaicos, y tienen un gran potencial de producción energética gracias a la cantidad de radiación que reciben. Además, si tenemos en cuenta que las naves industriales tienen un consumo eléctrico elevado en el mismo horario en que hay producción solar, y que la industria en su conjunto es responsable de la emisión de más de 50 millones de toneladas de CO2 [datos de 2010], aprovechar este potencial para reducir el coste energético y mejorar la sostenibilidad de las empresas es, sin duda, la inversión más inteligente.
Una instalación fotovoltaica puede llegar a suponer un ahorro de entre el 30 y el 50 por ciento de la factura energética mensual. Para toda la vida.
Crece en sostenibilidad y mejora la clasificación medioambiental de tu empresa y tus instalaciones. Tus clientes lo valorarán.
Muchos municipios ya subvencionan la instalación con atractivos beneficios fiscales (IBI, ICIO, IAE).
Una instalación fotovoltaica hace aumentar el valor de tu inmueble, ya que tú también eres el propietario de la energía que produces.
Adaptamos el proyecto a tus necesidades de consumo actual y futuro
Solución ideal para un parking. A la función de proteger los vehículos se le añade la generación de una gran cantidad de energía 100% renovable.
Los puntos de carga de vehículos se pueden integrar en la misma marquesina, con el resultado de una instalación estética y funcional.
Dispositivos de almacenaje que absorbe hasta el 70% de toda la energía generada por la instalación fotovoltaica.
Se puede generar energía a través de una instalación compartida entre varios usuarios.
Una microrred inteligente permite combinar la generación de energía solar, eólica y con grupos mediante una batería.
Todo lo que necesitas saber sobre autoconsumo industrial, placas fotovoltaicas, su instalación y funcionamiento, y mucho más. Si tienes dudas, ponte en contacto con nosotros y te atenderemos sin compromiso.
La factura eléctrica se divide en dos costes principales: la potencia contratada y la energía consumida.
Una instalación fotovoltaica ahorra energía consumida (ya que la produce la propia instalación).
En función de la potencia que se tenga contratada, puede llegar a reducir también las penalizaciones por potencia, si las hay.
El ahorro dependerá de muchos factores, como el tamaño de la instalación, la producción, etc., pero puede alcanzar hasta un 90% de la parte de energía, lo cual representa un ahorro de hasta el 60% del total de la factura.
Otro ahorro importante a tener en cuenta son las bonificaciones fiscales del IBI y el IAE, que pueden llegar a ser hasta el 50% de su importe durante 10 años, en función del municipio.
Además, al colocar módulos en la cubierta se evita la radiación directa sobre la misma, lo cual mejora el comportamiento térmico del edificio, reduce el gasto en refrigeración y mejora su confort térmico.
Es una energía que no se pierde y que también supone un ahorro. En caso de no disponer de baterías, esta energía se inyecta a la red.
En función de la modalidad de autoconsumo escogida se puede optar por dos maneras de aprovechar los excedentes: (1) que la comercializadora de energía nos compense automáticamente dichos excedentes en la factura de compra de electricidad, o (2) vender estos excedentes directamente al mercado mayorista de electricidad.
El montaje de una instalación fotovoltaica es rápido y no presenta complicaciones. Una instalación estándar se puede montar en apenas dos semanas. En cambio, la correcta tramitación de la misma requiere algo más de tiempo. La gestión del punto de conexión con la compañía distribuidora de electricidad y la tramitación de la licencia de obras son trámites que dependen de terceros, y requieren, por tanto, de una empresa experta para que no se demoren.
En función de las gestiones necesarias, una instalación puede tardar entre uno y cuatro meses en empezar a funcionar a partir de la firma del contrato.
En absoluto. El montaje de la instalación es totalmente independiente de la actividad que se desarrolle en el interior del edificio. Sólo será necesaria una pequeña desconexión el día que se conecte la instalación, una gestión que no suele durar más de 30 minutos. Si es necesario, se busca un momento de baja actividad para que la afectación sea lo menor posible.
Sí, ahora ya es posible. Actualmente ya existen muchas soluciones para instalar una batería. Se carga de la energía excedente durante el día y se descarga en horas de consumo nocturno. En función del caso, también se puede utilizar para realizar una optimización de la potencia contratada y conseguir un ahorro extra. Si bien su coste tiene que reducirse todavía más en los próximos años, las baterías permiten aumentar el ratio de autoconsumo y ya hay aplicaciones donde resulta interesante su instalación.
Los módulos fotovoltaicos tienen una garantía de 10 años de producto y de 25 años de producción. Los inversores tienen una garantía mínima de 5 años (ampliable si se desea). Y la instalación eléctrica tiene 2 años de garantía.
Una de las grandes virtudes de la fotovoltaica es que sus instalaciones son muy fiables y el mantenimiento que requieren es mínimo. Normalmente basta con una visita de prevención anual para mantener sus prestaciones a lo largo de toda su vida útil. Si el entorno donde se encuentra la instalación produce suciedad, de vez en cuando puede ser conveniente realizar una limpieza de los paneles. Lo que sí es indispensable es un buen control de la instalación para revisar periódicamente que la producción de la misma se mantiene dentro de los parámetros correctos. En caso de cualquier avería, es importante contar una empresa de mantenimiento profesional que la pueda resolver en el menor tiempo posible.
Los módulos fotovoltaicos son cada vez más ligeros y la sobrecarga que añaden a la cubierta es mínima. Además, los métodos de anclaje son cada vez más innovadores y seguros. Con un montaje profesional le podemos garantizar que la cubierta no tendrá goteras y que la solidez del conjunto estará asegurada para toda su vida útil.
No hay una única potencia a instalar, sino un rango recomendable en función de las necesidades de cada cliente. Las instalaciones son totalmente modulares y se pueden realizar de cualquier potencia. Si bien es cierto que, a priori, como mayor sea la ratio de autoconsumo, mejor, instalaciones mayores con más excedentes pueden llegar a tener mejor período de retorno ya que se aprovechan de una disminución del coste específico de la instalación y su rentabilidad puede ser mayor.
Disponemos de la experiencia y de los conocimientos técnicos, legales y medioambientales para ofrecerte un proceso sin fisuras, de principio a fin.
Te escuchamos y reunimos información y documentación sobre tu caso.
Pensamos y diseñamos la mejor solución para ti. Te hacemos siempre una visita para conocerte y asegurarnos de nuestra propuesta.
Tramitamos los permisos y licencias necesarios para empezar lo antes posible. Conocemos y gestionamos todas las bonificaciones y ayudas a las que puedes acceder.
Elaboramos el proyecto técnico. Ejecutamos la instalación cuidando de cada detalle y sin interferir en tu día a día.
Legalizamos la instalación y nos encargamos de todos los trámites. La ponemos en funcionamiento y te explicamos todo lo que deberás tener en cuenta.
Te acompañamos a lo largo de toda la vida de la instalación con nuestro control y mantenimiento experto.
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