Las instalaciones fotovoltaicas flotantes están especialmente indicadas para los sectores que consumen energía eléctrica y disponen de grandes superficie de agua.
Algunas de las aplicaciones que mejor encajan con este tipo de instalaciones son:
- Instalaciones de riego, permitiendo una doble funcionalidad a las balsas.
- Presas hidroeléctricas. De esta manera es posible ofrecer la combinación de dos energías renovables como la hidroeléctrica y la solar.
- Estaciones de tratamiento de agua, en las que la fotovoltaica puede proporcionar la energía eléctrica necesaria para las instalaciones.
Además de producir energía eléctrica de manera renovable y limpia, las instalaciones flotantes ofrecen ventajas en relación a la calidad del agua sobre el que se instalan.
Los materiales con los que se construyen son compatibles para agua potable y permiten multitud de configuraciones eléctricas. Además, reducen la evaporación del agua y minimiza la proliferación de algas.
Se trata de una solución ecológica, eficaz y fiable.
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